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La Policía Nacional detiene a ocho personas y desmantela una red de prostitución en Cantabria

viernes, 17 de enero de 2020

Agentes de la Policía Nacional ha desmantelado en Cantabria una red criminal dedicada, presuntamente, a la trata y explotación sexual de mujeres procedentes de Colombia. La investigación policial se inició gracias a una denuncia telefónica recibida en el Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional (teléfono 900 10 50 90), que sacaba a la luz la existencia de una organización criminal de origen colombiano que explotaba sexualmente a mujeres en dos pisos de citas ubicados en Santander y Torrelavega. La operación policial ha finalizado con la liberación de tres mujeres y la detención de ocho integrantes de la red -cuatro en Santander, tres en Torrelavega y uno en Vinaroz (Castellón)-.

LA POLICE NATIONALE ARRÊTE HUIT PERSONNES ET DÉMANTÈLE UN RÉSEAU DE PROSTITUTION AU CANTABRIA. Des agents de la Police nationale ont démantelé en Cantabrie un réseau criminel dediée à la traite et à l’exploitation sexuelle de femmes en provenance de Colombie. L’enquête de police a été ouverte à la suite d’une plainte téléphonique déposée auprès du Service d’aide aux victimes de la traite des êtres humains de la Police nationale (numéro 900 10 50 90) qui mettait en lumière l’existence d’une organisation criminelle d’origine colombienne qui exploitait sexuellement des femmes dans deux étages de rendez-vous situés à Santander et Torrelavega. L’opération policière a abouti à la libération de trois femmes et à l’arrestation de huit membres du réseau, dont quatre à Santander, trois à Torrelavega et un à Vinaroz (Castellón) [Le texte continue en espagnol].

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La investigación comenzó con la denuncia telefónica presentada en el Servicio de Atención a las Victimas de Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional, que ponía de manifiesto la existencia en Cantabria de un clan familiar de origen colombiano que se dedicaba, presuntamente, a captar mujeres en situación de gran vulnerabilidad y extrema necesidad para, con falsas promesas laborales, trasladarlas desde Colombia hasta España donde finalmente eran obligadas a prostituirse.

Organización definida y estructurada

Tras diversas gestiones, los agentes constataron que la organización tenía una estructura muy definidada, estando lideraba por una mujer que dirigía toda la red desde el municipio cántabro de Torrelavega. En el siguiente nivel de la organización se encontraban sus dos hijos que se encargaban del traslado de las mujeres a Cantabria, el control de los pisos de citas y de la gestión de los anuncios de los servicios sexuales en diversos portales de Internet. Por otro lado, la red contaba con un captador, residente en Colombia, que era el encargado de captar a mujeres vulnerables con falsas promesas de trabajo en España y entregarlas el dinero necesario para que éstas pudieran viajar a la Península.

Una vez en España, las mujeres eran trasladadas a dos pisos de citas, uno en Santander y otro en Torrelavega, donde eran recibidas por las encargadas o “mamis”, último escalón de la red. En esos pisos eran obligadas, bajo amenazas y coacciones, a ejercer la prostitución para hacer frente a la deuda que habían contraído por los gastos del viaje y que ascendía a más de 5000 euros. Además, las mujeres eran vigiladas a través de cámaras instaladas en los pisos y sólo podían salir a la calle una hora al día acompañadas por algún miembro de la organización.

Las “mamis” eran las encargadas de recaudar semanalmente todos los ingresos obtenidos por las mujeres. El 50 % de los ingresos de cada mujer se los quedaba la organización, y del 50% restante, cada mujer sólo podía disponer de 100 euros para sus gastos de alimentación, vestimenta e higiene; el resto de ese porcentaje estaba destinado al pago de la deuda adquirida con la red.

Para poner fin a la actividad delictiva, los agentes llevaron a cabo la entrada y registro de tres domicilios en la comunidad cántabra, uno en Santander y dos en Torrelavega, en los que se ha intervenido 6.480 euros, varios teléfonos móviles y abundante documentación.

Fuente: Policía Nacional