El Ministerio del Interior -tal y como publica El País– ha anunciado hoy lunes que priorizará el ingreso en los Centros de  Internamiento para Extranjeros (CIE) de las personas con antecedentes. Las personas con «arraigo» no serán internadas a pesar de no tener papeles, ha asegurado el secretario de Estado Ignacio Ulloa en una visita al centro de la Zona Franca en Barcelona. Por arraigo, ha especificado Ulloa, se entiende que tengan un domicilio, familia, amigos o incluso un trabajo en la economía sumergida. La medida ya se está aplicando desde enero, aunque se dictará una circular interna para el Cuerpo Nacional de Policía, que son los que tienen competencias en extranjería. El nuevo reglamento de funcionamiento de los CIE que prepara el Gobierno encomienda a las ONG la tarea asistencial y de ocio de los internos y deja en manos de la policía únicamente la seguridad de los CIE, que serán más transparentes y cambiarán de nombre. Se llamarán Centros de Estancia Controlada de Extranjería (CECE).

LE MINISTÈRE DE L’INTERIEUR DE L’ESPAGNE DONNERA LA PRIORITÉ A L’ENTRÉE DANS LES CENTRES DE DÉTENTION POUR LES PERSONNES AYANT DES ANTÉCÉDENTS. Le ministère de l’Intérieur a annoncé aujourd’hui qu’il va donner la priorité à l’entrée dans les centres de détention pour étrangers (CIE) de personnes ayant des antécédents. Les personnes atteintes de «racines» ne seront pas admis en dépit de ne pas avoir les documents, a assuré le secrétaire d’Etat Ignacio Ulloa dans une visite au centre de la «Zona Franca» à Barcelone. Pour l’enracinement, a précisé Ulloa, est entendu d’avoir une maison, famille, amis, ou même un emploi dans l’économie. La mesure est déjà mis en œuvre depuis Janvier. Les ONG  seront responsables de l’assistance et la police de la sécurité, dans les centres de détention. Ces centres changeront aussi de nom: «Centros de Estancia Controlada de Extranjería» (CECE)

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Un grupo de casi un centenar de periodistas ha accedido hoy por primera vez desde su construcción al CIE de la Zona Franca en un momento en el que estos centros están en entredicho tras la muerte el pasado 6 de enero de un joven de 21 años . La muerte del joven puso al descubierto, una vez más, las carencias de estos centros para extranjeros, que, al no tener reglas claras de funcionamiento, están sometidos a la arbitrariedad. Una decena de los 160 internos decidieron ponerse en huelga de hambre en protesta por lo ocurrido, mientras la policía reforzaba la vigilancia en torno al CIE.

En el CIE de la Zona Franca hay en estos momentos 129 internos, todos hombres. Las habitaciones tienen entre cuatro y seis camas, en literas, y el centro cuenta con un dispensario donde el doctor solo atiende de lunes a sábado, hasta las tres de la tarde. Por las tardes hay enfermeras, hasta las diez de la noche.

Fuente: El País