Así lo puso de manifiesto la representante especial de la OSCE y coordinadora en el combate contra el tráfico de seres humanos, Maria Gracia Giammarinaro, en una conferencia internacional pronunciada el pasado 25 de octubre en Lisboa y dirigida a jueces y fiscales. Giammarinaro subrayó que el delito tráfico de seres humanos  ha sido introducido en los Códigos Penales de muchos países de conformidad con el Protocolo de las Naciones Unidas de Palermo, pero insistió en que dichas leyes rara vez son aplicadas en toda su extensión.

OSCE INSISTE SUR L’APPLICATION NÉCESSAIRE DE LA LOI ET SUR LA PROTECTION DES VICTIMES DU TRAFIC D’ÊTRES HUMAINS. Ainsi l’a mis en évidence la représentante spéciale de l’OSCE et coordinatrice dans le combat contre le trafic d’êtres humains, Marie Gracia Giammarinaro, dans une conférence internationale prononcée le 25 octobre passé à Lisbonne et dirigée aux juges et des procureurs. Giammarinaro a souligné que le délit le trafic d’êtres humains a été introduit dans les Codes Pénaux de beaucoup de pays en conformité avec le Protocole des Nations Unies de Palerme, mais elle a dit que les dites lois soient rarement appliquées dans toute son étendue [Le texte continue en espagnol].

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«Demasiado a menudo, los casos de tráfico, sobre todo para la explotación laboral, no son calificados como tal, y por lo tanto redes criminales no son interrumpidas. Es hora de ser proactivo, traer los casos dudosos a los tribunales y promover la jurisprudencia innovadora», dijo Giammarinaro.

La representante de OSCE acentuó la importancia de la interpretación y aplicación de las leyes penales sobre el tráfico no sólo cuando la violencia extrema ha sido usada, sino también cuando las víctimas han sido manipuladas y obligadas a permanecer en situaciones de explotación.

«Nosotros, fiscales y jueces, tenemos que aprender cómo reaccionan las personas en una situación de múltiples dependencias, cuando por ejemplo dependen de sus explotadores para el alimento, el agua y el alojamiento. Incluso si ellos no son encerrados en un lugar de trabajo o un apartamento, pueden pensar que no hay ninguna alternativa diferente a la rendición frente a los traficantes».

Giammarinaro subrayó que la compensación por los salarios impagados y por el daño físico y emocional sufrido por víctimas es un componente esencial en la respuesta de la justicia penal frente al tráfico humano, junto a una estrategia adecuada en la integración de los sujetos objeto de tráfico.

Fuente: OSCE