Según publica Larioja.com, «a través de intermediarios, los dos cabecillas de la red y principales imputados, buscaban mujeres para trabajar en sus clubes de alterne: Costa Rica, en Tricio; Penélope, en Logroño, y Olimpo, en la localidad de Almadrones en Guadalajara. Las mujeres, que eran reclutadas desde Rusia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Rumanía y Polonia, entre otros países, solían entrar a España sin permiso o con permiso de turistas con el fin de dedicarse a la prostitución «con ánimo de enriquecimiento ilícito» de los acusados, de acuerdo con el relato del Ministerio fiscal.

En los clubes, las inmigrantes debían pagar 46 euros al día en concepto de alquiler de la habitación, desayuno, comida y cena, y 21 euros en caso de llegar tarde al trabajo o de no ir a trabajar. Las víctimas percibían entre 40 y 50 euros por cada relación sexual y los dueños de los locales se quedaban con el dinero de las copas a las que los clientes invitaban a las mujeres. De acuerdo con la versión de la acusación pública, las mujeres traídas a España se encontraban en una situación precaria en sus países de origen y «ejercían la prostitución por una situación de necesidad y vulnerabilidad derivada de esa pobreza y la obligación de atender económicamente a ellas mismas y a sus familiares».

Entre los acusados, se encuentra R.P.S.R., un guardia civil destinado en la unidad de Policía Judicial de la X Comandancia ,que mantenía una estrecha vinculación con M.A.M. De hecho, acudía con frecuencia al club Costa Rica e informaba de posibles actuaciones e intervenciones policiales que observaba y conocía por su trabajo. Además, sabía que M.A.M. explotaba a las mujeres «conociendo la situación de vulnerabilidad, de necesidad de las mismas y del abuso que se ejercía sobre ellas por las cantidades y deudas que debían pagar al dueño».

En la red también estaba implicada M.Z. una mujer de nacionalidad rusa que solía encargarse de contactar y contratar a mujeres de su país y de otros para trabajar en los tres clubes, y M.D.S.M., hermana de A.M.S.M., que exigía a las mujeres que ejerciesen bien la prostitución, incluso se enfadaba con ellas cuando «no cumplían según lo esperado», detalla el escrito de la Fiscalía.

Los acusados G.N.Z., M.M.Z.G., R.P.M. y G.S., que trabajaban como encargado del club Penélope uno de ellos y empleados del Costa Rica el resto, colaboraban en la explotación de la prostitución de las mujeres «con ánimo de enriquecimiento ilícito». En concreto, G.S. trasladó a varias mujeres que venían del extranjero desde un hotel de Logroño hasta una urbanización en el centro de la capital riojana.b Los nueve procesados se sentarán en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Logroño los próximos días 21, 22 y 23 de febrero y allí se enfrentarán a una pena de 44 años de cárcel y a la clausura de los locales por 5 años».